sábado, 12 de diciembre de 2009

Agua (4ª Parte)


¿Que dirán de mí estas palabras?
me propongo al redactarlas.
Van varias intentonas de finalizarlas,
Mas hoy no debería ser el día, no.
No, pues no hago más que cagarla.

Agua, agua, agua...
¿para qué tanto agua?
No lo sé, no dejo de mencionarla,
Redacto sin mesura,
lo que me trastorna a las 2 de la mañana,
no se me ocurre mejor manera
de pronunciar mi noche desgraciada.

Agua, por ti, doy sentido a mi alma,
agua, por ti, hoy perdí la velada,
agua, espero mañana no tragarla.
agua, por fin llegó la fecha ansiada.
Agua, y más agua, como una prisión
donde sin culpa alguna,
ella queda encarcelada.

Mil perdones pido por, y en esta entrada.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Agua (3ª Parte)


No lo he podido remediar, y sin quererlo, alguien ha compuesto por mí una tercera parte. Con el permiso de PALOMA, incluyo un poema preparado como comentario improvisado que me dejó boquiabierto. Mil gracias, por este homenaje que me has otorgado.

Tú… que escuchas cuando ando
ahí estas en las profundidades de mis llantos
todo lo que fruye en tu encuentro
lo muestras con respeto



Yo… que de tus aguas bebo
los suspiros al destiempo
reflejada me veo
en el mar de los lamentos



El… que sigue mirando
los oncéanos del tiempo
desembarcando en la orilla
las aguas a su encuentro



El y yo…te aplaudimos
con esta vida en agua
que nos muestras en cada encuentro….




Si queréis disfrutar de cositas tan lindas como ésta, os invito a verlas en
el suspiro de un ángel.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Agua (2ª Parte)


YO: Pasarás y mañana, sí, mañana, nos volveremos a encontrar. Esta semana, en su fin, nos enfrentaremos y no te dejaré, no, no te dejaré desmoronar mis sueños, mis mejores intenciones y mi esfuerzo. Estoy convencido de mis posibilidades y de lo que haré contigo: rozar, alcanzar, tocar, coger, sentir, saborear, abrazar y, a posteiori, dejar escapar para sonreír. ¿Crees que podrás contra mí?

TU: Pobre infeliz. Tú, sí tú, ¿qué tratas de conseguir, piensas obtener beneficio retándome? Debidamente conocido es que no tengo rival, nada ni nadie, capaz de osar enfrentarse a mí. Yo, que he visto el inicio, y seré el único capaz de ver el fin, yo, te deseo lo mejor, mas no trates de ser mi competidor. Sólo tú eres tu propio rival, no te dejes a tu merced.

YO: Cierto es, pero osar nombrarte como rival, supone encajonarte, sí, encajonarte, en una cifra insignificante. Suficientemente importante como para sentirme fuerte, será emocionante, saber que gano a mi propio ser en la lucha contra el elemento base.

ÉL: Señores, dado que deseais nombrarme, sí, nombrarme con connotación tan cuestionable, deciros que simplemente soy acompañante, el lugar, el donde, ingenuo pareces pensando en modo de odisea destacable. Nos veremos sí, desde mañana hasta que pares.

TU: Nervioso quedaste, sí, nervioso. Ya sabes, que tienes metas, sueños e ilusiones, disfrútalas, pues solo paso una vez por cada instante, te le doy, te le presto y seguidamente te le arrebato para que lo recuerdes.

YO: Tiempo, vos sabeis que os tengo presente, sí, presente. Por favor, continúa Apoyandome en adelante. Agua, el que acompaña cada instante mi sonrisa, sigue fuerte, sigue pareciendo débil, fácil de atravesar, mientras, yo seguiré luchando por pasarle por encima, apenas tocándole. Gracias.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Agua (1ª Parte)


Tú,
fuel de todo motor dinámico cargado de vida,
tú,
en cualquiera de tus tres estados,
tú.


Te he temido siempre,
no me preguntes,
huí de ti hasta los trece,
más, ya no pude.


Nadé,
vivir o morir, y acepté.


Hoy,
sin estar en ti, no soy.


Agua, cambias tu dirección,
mecida por las rocas que te abarcan.
Tú que alteras y te alteran cuando deseas.
Tú, encerraste en mi cuello, mi última bocanada,
no de aire, no... de agua.


miércoles, 2 de diciembre de 2009

Clave de Fa



Si bemol, busco como partida
¿Falla mi oído? no aparecía.
Sigo pendiente, atento
al compás de tu melodía.

Si bemol,No te escondas,
entre notas sostenidas.
fa, sol, re, do, la,
do#, sol, mi, suenan repetidas.

Me desconciertan,
hoy se muestran claras,
más de lo que desearía.
Faltas tú, mi nota favorita.

Si bemol, siempre tú,
has sido mi nota de salida,
contigo improvisé,
sentí música en armonía.

¿Probaste Fa en cuarta?
preguntó cuando maldecía,
¡mierda! Afiné las cuerdas,
y sonó, otra vez, la batería.

Dedicado a todos los que trataron de formar alguna vez un grupo de música.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Calidad humana

Poco puedo decir, si prestamos atención a lo que nos ha dejado nuestro amigo Mario en su blog http://planetatoidi.blogspot.com/ para sorprendernos con este video magnífico.

Gracias y un abrazo

viernes, 20 de noviembre de 2009

Volviendo a correr


Todo ha de reinventarse. Hay un comienzo para reanudar el todo. Ayer, a horas ya muy tardías para los que acostumbran a madrugar temprano, quise hacerlo otra vez.

Comenzé a correr, a rodar, a dar vida a mis piernas, aquellas que no hace mucho eran capaces de trasladarme lejos y rápido, esas, las inagotables que soportan toda la pesadez de mi vacío. Con ellas y mi maraña de pensamientos, salí a correr. Puse todo mi empeño, desempolvé el equipamiento de corredor que ya poseía y volví a sumergirme para nadar en la alternativa a mis piscinas.

No dudé en comenzar bajando cuesta abajo, procurando no sufrir demasiado al empiece. Sin prestar atención a la respiración todavía, probé a mirarme los pies al pisar, sí, estaban ahí. No los dejé en casa, no iba descalzo y no había olvidado como hacerlo. Traté de recordar ¿cuánto hace que no corría? Ni lo sabía, creo que no mucho. Parecía que han pasado siglos, que raro me sentía. No olvidaba mi pisada, apenas levantaba sonido más allá de mi potente inspiración al trotar. No, no tenía problemas para mantener un buen ritmo, la natación me mantenía en forma. No, no iba a dejar que esto volviera a demorarse. Salir a correr, que fácil parece y cuánto cuesta el primer paso, la primera zancada...

Y tras más de siete kilómetros, tras poco más de media hora, uno sonríe a sí mismo, sin percatarse que ya nadie se encuentra despierto, que nadie comparte contigo esta satisfacción personal, pero no importa. Hay un motivo más para que mañana no sea un día más, mañana, quizá no corra, pero lo volveré a intentar.

Y diré una vez más la insignia de mi propia exigencia:

"No hay dolor, ánimo y adelante."

jueves, 19 de noviembre de 2009

Hoy le toca al abuelo



Para no saturar de entradas en un día, he retrasado la publicación de este poema a hoy. Es el turno del último que nos dijo adiós en la familia.

¿Quién no se acuerda del Abuelo?

Sí, aquel de canos cabellos,

Rostro áspero cuando te abrazaba.

El mismo que brinda a cada mañana

Su sonrisa, su cariño, su mirada.


Temprano siempre levantaba,

Y si a él buscabas te decía:

¡Niño, que es muy temprano, a la cama!

Pero él, se afeitaba, cogía su gorra,

Y se marchaba a la plaza.


Recuerdo que mucho no tardaba,

Volvía aun temprano, de la plaza,

Y pedíamos que nos llevara consigo

En la cucaracha blanca.


¿A dónde íbamos?

A donde se forjó nuestra infancia

Mito de campo, risas y vivencias,

El Gamero, hizo que seamos como somos ahora.


Allí, perenne siempre se mantenía,

Al Gamero digo, el abuelo,

Sonriente, feliz, era lo que deseaba.

Nos enseñó, nos dejó libres y nos hizo felices.


Él es único, irrepetible.

Forjó una familia, de la nada,

Siempre unida, inseparable, invencible.

Orgullo sale, cuando hablo de mis familiares.


A ti “Moreno”, que nunca te vimos triste,

A ti, fuerte, duro e irresistible

Te dedico mis versos,

Estés donde estés, tú sonríe.


Cuídate “Moreno”,

De la “Rubia”, velamos los que criaste.






miércoles, 18 de noviembre de 2009

Frase a uno mismo


"Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no sería igual."

Procuremos sonreír más a menudo.

Abrazos a todo el que quiera leer esto.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Para Abuela




Hoy desperté dispuesto para la poesía,

Sin saber por qué, sin fecha señalada,

Decidí dedicar palabras a mi familia,

A los que siempre me abrazaban.


Oh, mi señora,

Acepte mil disculpas,

Deseo no haberla molestado con la espera,

Bien sabido es, que nunca deseo ofenderla.


¿Cómo se encuentra?

Por aquí, cada cuál con su existencia.

Muchas prisas, idas y venidas,

Buscando sonrisas que alegren nuestro día.


¿Su Querido?

Alto, estirado, fuerte y continuando.

Orgulloso de él estaría.

Le echa de menos, no cabe duda.


¿Su familia?

Por el momento respiran,

Sin demasiado sustos,

Acuden a visitarla, no le olvidan.


Oh, señora mía,

Muchas veces intente escribirla.

Mis manos temblaban al recordar su pulso,

Y recordar, recuerdo sus sonrisas.


Oh, usted, señora,

Que siempre me otorgó, rió,

Paseó, jugó y enseñó,

Recuérdeme, tal y como soy.


Yo, el estirado señorito que,

Poco a poco, fue visitando a su señora,

Con respeto y todo el cariño,

Robándole siempre ese último beso en cada despedida.





sábado, 14 de noviembre de 2009

Carta de un Viernes 13 para un Sábado 14

Pido permiso a los protagonistas de la noche para tomar la imagen y dedicarles mi texto...


Buenas noches Sábado 14,

Sé que a estas horas, yo, Viernes 13 tiene poco que decir, quedé extinto hace unas horas, mas no pude retener mis palabras para mañana, ya que para los que dormimos, el día comenzará cuando amanezcan las pupilas. Hoy (hablando por mí, Viernes 13) fue noche peculiar, siempre trastornado mi nombre para noches de cine de terror y míticas historias de asesinatos, se pudo percibir cierta magia.

Hoy no sé si hubo muertes, pues hoy no son de mi interés, tampoco miré la tele, ni leí prensa. Hoy, hoy dediqué mi noche a la poesía. Hubo múltiples eventos en Madrid, ¿donde ir? Se preguntaron muchos. Gran cartelera, como buen viernes, había donde elegir, y no, no me refería a los diversos cines de la calle Fuencarral, no. Allí grandes colas abordaban las taquillas mientras, a unos pocos, mucho no les importaba. Hoy, en un rincón no muy alejado de las muchedumbres cinéfilas, allí en una diminuta perpendicular a la citada, un pequeño remanso de paz hubicaba algunas almas, muchas buenas y bonitas palabras.

En poco espacio y con tenue luz, tres dispares, cada uno con lo suyo, deleitaron a los que observaban. Regalaron versos, poemario vario y, debía dedicarles un atisbo de ilusión referido en esta carta.

Te cuento estas palabras no para darte envidia, no, sólo para desearte a ti, Sábado siguiente, que cuando las miradas despierten, puedan disfrutar de veladas como ésta en tu anochecer.

"A la peatona de renombre, que siga siendo tan poeta"


"A aquel que ha sorprendido aprendiendo a abrir las puertas"



"A Ángel Rodríguez, con nombre y apellido, como tu presentación de hoy"



Abrazos y seguid así.



jueves, 12 de noviembre de 2009

Reflexiones


Paciencia


Respiro paciencia, trago paciencia.
Paciencia, paciencia piden que tenga,
paciencia, repite una voz en mi cabeza.
Paciencia, inspiro, suspiro tras suspiro,
no perder la paciencia, me digo.
paciencia, ¿qué otra alternativa queda?
Debo no perderla, la paciencia,
cuando espero a que el café se enfríe,
sí, café, el de la puñetera funcionaria, y me atienda.



. . .





Lo echo de menos


Hoy, sin lectura, sin tarea alguna,
eternizo de mi reloj, el mover de las agujas.
Muchos, muchos han sido minutos, horas y días
los que han supuesto estrés continuo en mi vida.
Ahora, el destino, una pausa ha concedido.
Sé que lo deseaba, sé que lo necesito...
mas, aunque de buen grado lo acepto,
dudo que mi cuerpo pueda tolerarlo,
el hecho de prolongarlo en el tiempo.

Inquieto siempre he sido,
si bien ahora toca esconderlo,
reprimir el instinto.
La innecesaria necesidad
por mí creada al movimiento,
al no parar cada jornada,
a la falta de horas de sueño,
increíble pero cierto,
incluso a esto,
lo echo de menos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ordenando el desorden

Imagen tomada en su momento desde http://insidethemirror-ithilme.blogspot.com/

El texto siguiente, son palabras tomadas de Calipso, y sí, bien parecen no seguir orden ni concierto. En cierta manera, dan una imagen nítida de que la vida está regida por una anarquía tratando de controlar completamente todo, a sabiendas de que es una útopía.

Sin más, para vuestro deleite:


<< No existe el movimiento, pues no nos engañemos, cuando una particula esta aqui, no esta alli, y cuando esta alli, es porque ya no esta aqui, asi que tecnicamente no existe el movimiento.
Podriamos decir que no existe el tiempo, ni el movimiento, pues ambos son paradojas que se ha inventado el ser humano, para tener una concepcion racional de lo que sucede. Pero lo que realmente sucede , es que el tiempo no es lineal, no se organiza, y el movimiento tampoco. Nuestra percepcion nos engaña, y a veces tratamos de silenciar nuestras dos circunvoluciones de mas, organizando el caos del universo en un catalogo de estrellas... Y yo me pregunto, realmente me lo pregunto, ¿porque ordenar todo? El tiempo, el universo, el movimiento, el comportamiento, incluso los sentimientos... Supongo que todo viene del miedo a no tener algo bajo control.>>

viernes, 6 de noviembre de 2009

Puerta





De prosa malsonante, brotan versos de nuevo.
Mira a ver quién los dibujó, no quiero que me delaten.
Pum, pum, se oye, se acerca
contundente y grave, un corazón late.

toc, toc, llaman, levantar de miradas.
Nadie respira, menos se mueven, se eternizan.
Breves toc, toc, se suceden, "no dejes que se alejen."
Las miradas versan a sus quehaceres, aprieto mis dientes.

pum, pum, golpean ya con fuerza impacientes,
-no me respetes si no quieres- gritan lejos de la puerta.
Tristemente, suspiro, espero y acaricio la madera.
"No te impacientes, buenos planes acontecen."

Tic, tac, mi reloj suena y lo tapo con la derecha.
Contengo el aire y escucho: silencio, nada acecha.
Izquierda, mano izquierda usar debiera,
mas, ay del zurdo que de ésta careciera.

Pum, pum, mi corazón me delata,
sigo inerte, impasible, y no me importa.
Aquí, el corazón dirá quién te espera.
Ahí, buscanré puerta donde no hay puerta,
a la que esperar, llamar o suspirar.

"No importa tu tardanza, hay quién no se cansa..."

martes, 27 de octubre de 2009

La búsqueda que ansiamos




Hoy he decidido que toca retomar la escritura. En contra de miradas recubiertas de conocimiento y endurecidas como piedras para realizar su singular crítica personal interna, no me escribirán. Enfrentado al consorcio de conciencias que redimirán mi falta de capacidad comunicativa aplastando de manera descriptiva como una exaltación de la hipocresía. Yo, escribo.

Tomo letra a letra del papel doblado y rugoso que inicialmente adquirió la tinta del bolígrafo creador de los trazos de mis sensaciones cuál pincel mojado en tintas de colores sobre lienzo seco, color ocre, y defino. Defino situaciones ajenas, anexas, cercanas, lejanas y propias como diagnosis de la precesión de caóticas desdichas que se continúan. Ahora bien quedan figuradas las presencias inertes por todas las pulsaciones sobre teclas negras que generen la nueva entrada publicada en una infinita red obtusa de textos sobre fondos oscuros. Mas no serán tan infinitas. Quedarán registras y a su vez serán visitadas, vistas, perdidas y olvidadas. Costoso será revivirlas, imposible encontrarlas, más duro no creer que sean tuyas, cuando por mera casualidad ante tus ojos sean mostradas.

Hoy se escriben solas las páginas de la realidad abstracta. Atrapado por la creación. Todos quedamos ocultos por la replica del clamor social. Prisioneros de las inmundicias, buscamos paz allá donde no la haya. Perdidos, naufragamos de sueños de felicidad en la más pura, dura y cruda realidad. No más, no más sufrir por sufrir, paz para mis sentidos. Sentimientos de paz, que gracias a sí misma, darán con la piel de la soledad. No más.

Porque paz es lo que todos buscamos sin saberlo. Y pocos sabemos que la encontramos como queremos. Queremos querer la paz, capaz de calmarnos, mas sólo nos será entregada la diminuta porción que ésta misma otorgue a su causa. Sin más,

Paz y amor.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Ganar si haber jugado



Una sola línea de tres, una sola. Mas no serán bastantes para conterme, ni para paliar lo que ahora se siente. Solo juega el que arriesga, solo sacrificamos lo que amamos, mas no lo aceptaremos como tal.

A veces ganar es más duro de lo esperado. Mas qué fácil es ganar sin mano haber alzado. Por qué yo, por qué sufrir tras lo acordado. Por qué si salgo ganando no me cuelgo premio ni medalla. Lloraré hoy, sufrir un poco más no falta. No hay motivos para haber perdido, pero lo hice sin quererlo. Lanzando un dado contuve el aire y esperé a verlo posado: Calavera me ha marcado, salió victoria del mártir. No más dioses para un par de corderos.

Hoy moriré, tal como hice ayer. Hoy agonicé tu querer, asfixié tu malestar, hoy por hoy te vas por lo que soy. Y lo harás mañana por lo que fui, al igual que ya te fuiste por lo que seré. No más dolor en mis venas, no más.

Hoy gané sin haber jugado. Nunca quise ser lo que por ti ya soy, temiendo lo que seré.

Amaneceres quedo esperando.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Días grises, noches negras...



Hoy como ayer, me vino a visitar la tristeza en persona. Saludó, se acercó a mí y me besó. Ha decidido quedarse un poco conmigo, haciendo par con la soledad.

Encuentro casual, quizás, quizás desencadenado. Días grises me dominan, consumen parte de mi tiempo. Tan necesarios como aquellos llenos de colorido. Obligan a que un atisbo de luz dibujen una sonrisa en tu rostro... Negro, negro resultado camuflando sentimientos. Me alegra tener días grises.

Verdes tornarán tarde o temprano mis ojos, rodeando las pupilas que contemplan hoy un cielo ardiendo. Hoy colores dominan la noche de otro día tenue como el tiempo, ni frío ni templado. Ni soleado ni lloviendo...

Dejo que encharquen poco a poco mi mirada los recuerdos. Hoy como ayer, tuve imágenes de un futuro encuentro: ¿Qué hacer? ¿Continuar en actitud defensiva y deshacer mi interior, o hacer de tripas corazón y confiarle al espíritu aquello que no puede digerir?

Hoy como ayer, perfiero no pensar. Distraeré mi mente en cosas más urgentes, procuraré continuar mis avances personales y buscaré en cada una de las bocas que me miren, con deseo de sonrisas que dibujar, que cumplan sus sueños, pues los míos quedarán de nuevo lejanos.

No tiraré de reproches. Dejaré que la noche calme con letargo el descanso de mi ser...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Mis amaneceres...








Es la pequeña muestra a dar de los amanaceres de mi verano 2009. Cada uno de ellos se llevó algo de mi esencia y logró que eterneciera mi rostro ante los nuevos horizontes que se abrieron cuando vi al sol salir...

Es bonito darle luz y rojo pasión allá donde alcanza tu mirar. No perderlo de vista y dirigirte en esa dirección con decisión minuto a minuto, hora tras hora, mientras se siguen yendo los días... ¿Qué se puede hacer más que sonreír?

Por ver al sol salir, he vuelto yo a perder..

Buenos días...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Luna, ¿qué te hice yo?



Hoy de nuevo ante ti me planto, te grito, te evoco, te canto, te anhelo, te venero, te temo, te odio y te quiero, pero ante todo, te espero. Hoy como rezo desesperado por el alivio de lo eterno me siento y te escribo lo que ante mí mismo me niego, me impido, me quema. Hoy es noche de inmensa claridad hoy te toca ti: Otra vez te muestras llena, impides mi sueño, mi letargo y mi sueño. Impides que logre llegar a hasta ti una vez más, te alejas cuando más cercana, liviana y grande te veo. ¿A Dónde has decidido acabar por partir? ¿Aquí estoy te olvidaste tú también de mí?

Hoy ni el brillo de tu intensa luminiscencia consigue penetrar la oscuridad de austera ausencia de bienestar completo, aquél que me acompañó hasta hace días, haciendo que viera flores allá donde mi pie dejaba su huella. Como toda flor el verano le hace sufrir, el otoño deshojar y ahora, a comienzos de todo y de nada, me dejas ver como sufren las plantas al verme venir.

Hoy me quedo a bostezar en la repisa de la ventana de mi alma, saltar o no saltar... ¿qué más por venir? Cómo se puede reprimir lo que no se sabe expresar, pues prentendo ensalzar lo detestable.

Hoy no es el día de quedarme a verte llegar una noche más. Hoy como desde hace meses, mi ritual de mirarte en tu completitud perfecta, desde la hechizante mirada de las isilwen que te pertencen...

Hoy, hazme señal si deseas que sueñe por una ocasión más, muestra de mi testarudez. Mientras tanto, aquí estaré, a verte venir una y otra vez.




Hoy me quedo en casa lo de fuera no me interesa, ya saldré una vuelta otro día que no llueva...

domingo, 16 de agosto de 2009

Me sorprendí...




Ayer, me sorprendí. Hacía mucho que no se despertaba en mi interior dicho sentimiento, mucho. Pude reencontrarme con un pasado, más lejano en el tiempo que en su esencia, porque ciertos sentimientos se conservan intactos por mucho que pasen los años. Sin más, el día que precedió al de hoy, alguien pronunció un puñado de palabras, con total grado de naturalidad, sinceridad y simplicidad. Agraciado quedé, tanto al escuchar esta oración, como por la sencillez con la que fue transmitida. - ¡Bravo! - dejé escapar. Hacía mucho tiempo que las personas que me rodean no se expresaban con tal soltura, dejando entrever su interior; Haciendo que los demás se sintieran elogiados con este simple hecho. ¿Por qué a muchos nos cuesta tanto que broten de nuestro alma las palabras que realmente deseamos pronunciar?

Me alegró, y me pareció un mar en calma, en medio de aquel estrepitoso espectáculo que tuve la desdicha de contemplar. ¿Cómo es posible que la indiferencia se borrase a esa velocidad de mi rostro, tras varios años postergada en él? Me alegró. Me sorprendió que esta sensación me acompañase hasta hace unas horas, cuando por culpa del cansancio, o quizá tuvo algo que ver el alcohol, decidí que volviera a entumecer mi cara, apagando durante unos minutos el verdor de mi mirar...





Hoy, me volví a sorprender. Hacía poco que me abordaba una oscura austeridad, otra vez, que nublaba mi capacidad de obrar acorde a mi corazón. Pero como en cada esquina de esta vida, uno puede tropezar (en el caso de hoy: descubrir), haciendo que se activen los actos reflejos que te permiten evitar una caída. Hoy te descubrí a ti.

Aquellas palabras quedaron impresas en mi esencia. Sorprendido quedé, de nuevo recibí una lección de sencillez, espontaneidad, sinceridad y pureza. - Bravo -, dejé escapar para mis adentros. Por qué retuve esta vez mi expresión de sorpresa dirás: Porque no hubiera sido recibida para quién debía ir dirigida. Hoy, leí un sinfín de oraciones. Las tuyas, sin duda sobrecogedoras.

Hoy, porque es hoy cuando me sorprendí, te doy las gracias porque sin saberlo mi alma ha dado un giro insospechado antes de dormir... Mis felicitaciones, por ser como eres. Y gracias al "JUEGO del AZAR", que me permitió llegar a ti, sin tú saberlo.


Buenas noches, a quién pueda interesar.

martes, 4 de agosto de 2009

Siempre habrá algo que agradecer




Hoy afronto por enésima vez mi pulso particular a la soledad. Me siento plácidamente en la nube que cubre poco a poco mi pensamiento y con ojos cerrados, retomo la escritura de este blog:

Siempre nos damos contra la pared, una y otra vez, sin darnos cuenta que la puerta estaba al alcance de nuestra mano. Dicho esto, aun no comprendo el deseo de padecer del ser humano. Todo tiene un principio y un fin, y nada es para siempre. Ni nosotros ni los sentimientos que poseemos. El valor de luchar por ellos podrá prevalecer y quizá una publicación en la red, también, cierto, sin que olvidemos que lo bonito de la vida es saber que todos desapereceremos y en nada quedará nuestra existencia. ¿Y qué? ¿No es acaso éste un motivo suficiente para que lo hagamos con toda la ilusión y ganas posibles? ¿Por qué debemos temer a lo que es tan natural? ¿No amamos a los niños al nacer? ¿Y al morir?

Hoy, decido colgar la siguiente imagen al agradecimiento de un capítulo ya vivido que me está permitiendo disfrutar ahora la siguiente página de mi existencia. Alguien me dijo hoy:

-"¿tus ojos son verdes? creí que eran marrones..."





Feliz noche...

viernes, 31 de julio de 2009

31 de Julio de 2009





¿Cómo imaginar que todo cambiaría tanto de hace un año hasta aquí?

No necesito una respuesta. Sólo quiero lo que ahora obtengo: Silencio.


Un día cualquiera, te despiertas, sabes que ya nada es como lo era ayer, sabes que han cambiado muchas cosas en ti y sin embargo sigues siendo el mismo. Rondaba el año 2002 y una mañana como la de hoy, con un amanecer más rápido de lo normal, el sol tenía prisa y surcaba un cielo mar, sin apenas levantar espuma en su superficie, donde un tenue azul permitía ver hasta donde el horizonte se perdía. Días como aquel, que sabía que mi clase de refuerzo de matemáticas no sería igual, ni que el resto de los 6 años y medio que le continuaron. Pero qué iba a saber yo. Era un pobre muchacho, estudiantil, infantil, inocente, frágil y sencillo. Cómo podía esperar que fuera a llegar donde llegó, o a quedarse allí donde nunca imaginó caer...

La ambigüedad abarca a día de hoy en el 2009 la sensación de fragilidad entre lo agradable y lo detestable. Hoy, hundo mis recuerdos en un saco, grande, tosco, de materiales burdos, plagado de agujeros, lo cierro y presiono con fuerza, para agotar mi pesar lo antes posible y no tener que apretar una noche más los puños contra el ataúd en el que yace mi ser. Nostalgia, esto es lo que encuentro al abrir el saco ahora. Sorprendido, la soporto entre mis grandes manos, contemplando como aquel enorme saco sólo contenía ese grano de arena casi inapreciable, del que no notaba ni su peso, provocando en mí este grado de indiferencia.

Hoy, eché la vista atrás: ¿Donde estaba yo hace un año ya? Quizá recuerde vagamente, como algo más lejano que las antípodas de mis sentimientos, una tierra plagada de verdes praderas, con paisajes agradables,una playa kilométrica de fina arena que impedía con notoria distancia mi acercamiento a un transparente mar cargado de energía en forma de olas. Nítidos durante décimas de segundos en mis pensamientos, cargados de sonrisas, momentos alegres y allí donde surcaba en el viento ese dulce olor al amor. Sí ahora sí, mojo mis labios y saboreo el instante como aquel que en el desierto recuerda el tacto de una gota de agua en su garganta. Una mueca de sonrisa de dibuja en mi rostro, - ¿y sólo ha pasado un año desde ese momento? Tanto y tan poco a la vez.

6 años y medio, donde quedaron los 5 primeros, ¿y ese excelente verano? Puede que todo haya sido un sueño, ¿verdad? En ocasiones desearía creérmelo, pensar que todo fue una ilusión, que nunca se ha podido ser tan feliz, tener tal convencimiento de los sentimientos, ni que alguien pueda ser dueño de tantos estados de ánimo a su vez.

Hoy, siento que la nostalgia pesa más que los recuerdos, y las sensaciones, que los mismos sueños. Hoy despertar y cerrar los ojos antes de dormir, cuestan igual que ayer y que mañana. Se deja sentir ese hueco en tu interior una vez más, respiras hondo, mucho más, más de lo que tus pulmones son capaces de soportar y sin embargo el hueco se mantiene ahí, inamovible. Ni los latidos acelerados del corazón tras un esfuerzo que alcanza la extenuación humana puede regar el vacío. Queda siempre inalterable, expectante, sin prisa, sin cambios, esto es lo más estable que he obtenido en mi vida. Hueco: Bienvenido al día a día.

Dejo escapar una sonrisa, recordé algo: "Por siempre jamás".

Feliz día.

lunes, 27 de julio de 2009

A destiempo...



Nunca diré que nunca fuiste. Al contrario: siempre fuiste. Hasta hace un segundo, todavía sigue siendo un siempre fuiste. Al no existir presente, queda conformismo.

Pero ya no es tan importante el percibirlo como sentirlo y encubrirlo. Siempre fuiste mejor que el amanecer por las mañanas, mejor que verlo desde mi ventana. Siempre fuiste mejor que un sol radiante inundando el iris de mis ojos en verde intenso. Siempre fuiste mejor que el culpable de que así fuera, y que a cada despertar pudieras verlo. Mejor que cualquiera de mis últimos siete recuerdos. Mejor que las 3 letras que te componen encajadas en una frase cargada de lindos elogios. Siempre fuiste mejor que lo que ahora tengo. Siempre fuiste lo que siempre hubiera querido. Siempre fuiste lo que nunca debí haber perdido. Siempre fuiste maestra de lo que ahora poseo, incluso cuando ya no te tengo. Siempre fuiste agradecimiento. Siempre fuiste mi mejor compañero, y siempre fuiste el rival más digno de batir en duelo. Siempre fuiste incapaz de evitar lo que para mí era un orgullo. Siempre fuiste lo que nunca se debe tocar con fuego. Siempre fuiste incombustible y un incendio. Siempre fuiste mi contrario elemento. Siempre fuiste capaz de evaporarme, capaz de sentir que soy lo más alto y lo más bajo. Siempre fuiste quién sin duda estas palabras hubiera leído.

Para ti, siempre queda un fastasma como recuerdo. Hasta siempre, por siempre y por lo que fuiste siempre.

martes, 21 de julio de 2009

Nadar una vez más...



Plas... Plas... Plas... Plas... (tomo un poco de aire y prosigo) Plas... Plas... Hoy el mar estuvo tranquilo. Hoy no importunaron sus olas (motivo por el cuál tampoco me detengo cuando braceo). el agua, cristalina como nunca lo hubiera sido, me permitía ver lindos peces casi transparentes algunos, otros grandes con colores vistosos, como escabullían alejándose ante mi llegada. Pero no les importuno, me da tiempo a observar a cada uno una centésima de segundo, les sonrío y prosigo. Mis brazos no se cansan, mis piernas les acompañan acompasando un ritmo 3 veces más rápido, sincronizado, como una banda sonora, emiten la melodía que más me relaja en este mundo. No hay bordillos, paredes, ni ningún impedimento, solo me frena el temor de alejarme en exceso de la orilla. Aunque esto ocurriera, no me asustaría. Tomaría una vez más aire y volvería mecido por la ligereza de la brisa mediterránea. - Este día fue inolvidable.

El aire aun no era sofocante, el mar no levantó bruma anoche, se permitía recibir a un solitario bañista, que relajadamente se mecía, al compás del giro de sus hombros. Una tras otra, las brazadas se dibujaron, forman un surco metros tras él, y con sus pies despierta una ligera espuma, haciendo cosquillas en la arena que metros por debajo le observaba al cruce de su mirada.

No había más, solo me sentía, y feliz de serlo. Podía continuar mucho más, casi tanto como quisiera, el mar me lo permitía, pero un precavido nadador, nunca se alejaría más allá de la vista de quién pueda observarle en una orilla. Sé que no tenía de qué temer, no existía marea, jamás vi el mar tan receptivo, tan sonriente... y deseé con todas sus fuerzas continuar, probarme a mí mismo.

Pero sin más, sin motivo, sin necesidad, sin cansancio, sin ningún otro pensamiento por mi mente, me detuve. paré de moverme. cerré los ojos, verdes como nunca antes los había tenido, y me dejé mecer, en posición vertical. Había llegado lo suficientemente lejos como para contemplar con dificultad el fondo desde la superficie y lo bastante profundo como para no alcanzarlo sin bracear al menos una o dos veces. Quedaba lejos, unos 4 metros por debajo de mis pies, sin embargo, aquello no me incomodaba. Respiré una amplia bocanada de oxígeno y dejé que mi cuerpo descendiera por sí sólo, sin mover un ápice de este.

En algún momento de este viaje, algo acarició mis dedos de los pies, era suave y muy agradable, no abrí los ojos, sabía con certeza de qué se trataba: había tocado el fondo. Era la arena más fina, suave y agradable que jamás rozó mi piel. Sonreí ligeramente, sin abrir la boca, manteniendo todo el aire posible, un poco más.

Aguanté, todo cuanto pude, hasta que sentí que los pulmones me solicitaban aire, y me impulsé, aprovechando la suavidad del suelo, tomé con gran presteza el ascenso que me llevó a una nueva explosión de sensaciones al llenar de nuevo los pulmones con oxígeno renovado.

La vuelta decidí comenzarla a espaldas, dejando al sol de cara, saludándole tras mis cromadas gafas, aquellas que siempre me acompañan, de las que tengo pares y pares, por miedo a quedarme sin unas de repuesto. Tanto era así que dejé 3 en mi mochila y no estoy seguro de que haya sobrevivido al menos una de ellas.

Antes de llegar a donde pudiera hacer pie, giré y con una auténtica explosión de adrenalina continué a mariposa, esta vez empujado por unas diminutas olas inapreciables que me levantaban aun más de lo que era capaz por mi mismo, sorprendido aumenté el ritmo, tanto, que para cuando quise tomar aire, casi me encontraba en la orilla, y en ésta, estaban, inamovibles como en la vida real, mis amigos, aquellos que siempre quieren verte y disfrutar de tu compañía. Sonrieron y continuamos nuestras vacaciones como cualquier otro día.