viernes, 26 de junio de 2009

¿Salir, beber... no es el rollo de siempre?




Vida absurda nos rodea, si no le das un sentido. Todo se centra en uno mismo, lástima hay tanto que ofrecer, mil veces más se puede dar de lo que uno mismo obtiene.

Nos perdemos los detalles, los fracasos, las verdades, los defectos, las mejores partes de cada uno de los que nos rodean, de las situaciones que por "suerte" uno vive, de las frustraciones de las que uno tanto aprende...

Tanto salir,¿fin alguno? Extraño, hoy: ninguno. Salir por salir (no te vas a quedar solito en casa), gastar por gastar (con la tranquilidad de que no bebo) te quedas mirando al cielo, ves a la luna, pregúntale: ¿de donde sacas tú tanta pasta para salir todas las noches? ¿Qué consigue aquel que te persigue con cada crepúsculo mirando al norte hasta que la claridad de tu oponente te pierde?

La luna muchas noches no sale, se queda conmigo y desde mi cama, nos arropamos en la soledad del que gobierna su noche, sin preocuparse. No necesito nada más, ¿y tú luna, alguna vez alguien se paró a preguntártelo? No sólo estás ahí para que se te vea, para mostrarte, para alterar las cabezas no tan pensantes en tus noches completas, para mover mares sin que nadie te reprima explicación. Pero yo sé que siempre estás sola, muy lejos de las estrellas, demasiado terca para acercarte a una de ellas. Te quedas sola, a la espera y, mientras tanto, tranquila, te acompañaré mirándote a los ojos cada noche clara y bella.

Hoy saldré, por ver a quién sí desea verme, a quién está dispuesto a conocerme. Aquellos que no me dejan indiferente. Voy a aventurarme, a descubrir personas, no más gente, porque me brindan la oportunidad, me aferro a ella, me muestro y dejaré que me acompañes, si es lo que quieres.

Mientras tanto, lamentaré que no suceda, tanto gano yo como tanto pierdes. Una noche más dejaré que la brisa veraniega toque mi rostro sonriente...

Buenas noches para aquellos que aquí quisieron leerme.