martes, 27 de abril de 2010

Quejíos


Harto de lamentos, de rezos al olvido,
de palabras llenas de rabia incontenida,
cansado de soportar lloros ajenos
de lejanos personajes de cuentos inventados,
yo, reduzco levemente mi tamaño.

Permanezco semioculto,
intangible para muchos, camuflado.
No busques, no des palos al aire,
aire que huele raro, hiede a muerte,
cargado de un pesado olor a metano.

Prende fuego con palabras,
escritas, pronunciadas o pensadas.
Da igual, prueba a dar combustión
y prenderás igual que todos,
rápido y fugaz, consúmete.

Un quejío maltrecho emitirán al crujir tus tristes restos.

4 comentarios:

Begoña Leonardo dijo...

la última estrofa es un broche perfecto y la imagen, impresionante, felicidades.

Anónimo dijo...

um, extraño lamento este que nos dejas, bien construido sin duda, pero extraño tambien.

Un abrazo

Casiarturo dijo...

Muchas gracias Bego, es un gran cumplido el simple hecho de pararte a leerme.

Un achuchón muy fuerte.

Casiarturo dijo...

Calipso, es un quejío, que no lamento. Es un sonido de desagrado con algún hecho ajeno, pero sencillamente me apetecia escribirlo, además le da un toque más vistoso a mi siguiente entrada.

Un besazo