Tú, sirena varada en el desierto
desierto de salitre, de asfalto y gentíos,
Permíteme mostrarte el charco,
el dulce agua del oasis de mis labios.
Sirena, triste y melancólica,
Permíteme sostenerte en mis brazos,
remolcadores de tus sueños,
de sencillos y delicados lazos.
Haz de mi esfuerzo un sino,
la opción acertada de auxilio,
Quién te llevara al mar,
junto con sueños, recuerdos y destino.
desierto de salitre, de asfalto y gentíos,
Permíteme mostrarte el charco,
el dulce agua del oasis de mis labios.
Sirena, triste y melancólica,
Permíteme sostenerte en mis brazos,
remolcadores de tus sueños,
de sencillos y delicados lazos.
Haz de mi esfuerzo un sino,
la opción acertada de auxilio,
Quién te llevara al mar,
junto con sueños, recuerdos y destino.
6 comentarios:
Este poema, me emociona.
Un gran abrazo
...cuidado con la sirenas, enamoran, enloquecen, sacan lo que hay en tí, y Ulises se pierde en el inconsciente
Gracias Calipso, no es para menos, diosa de sirenas...
Besos
Águeda, no temo a las sirenas, ni sus cantos ni sus rostros bellos. No temo sus dulzuras sus locuras, no busco tesoros, ni premios ni amores imposibles.
Soy creyente de los viajes a la deriva, respirar hondo y disfrutar sosegadamente de que el tiempo sea quien te sumerja en el mar de la vida.
Gracias, muchas gracias por tu comentario
Mis decisiones me tienen aqui ...estoyfuera de mi elemento...transformandome seguiré ..no puedo estar mas tiempo varada...
Increíble... tras tanto tiempo aparece un mensaje en este viejo blog...
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