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Ayer, me sorprendí. Hacía mucho que no se despertaba en mi interior dicho sentimiento, mucho. Pude reencontrarme con un pasado, más lejano en el tiempo que en su esencia, porque ciertos sentimientos se conservan intactos por mucho que pasen los años. Sin más, el día que precedió al de hoy, alguien pronunció un puñado de palabras, con total grado de naturalidad, sinceridad y simplicidad. Agraciado quedé, tanto al escuchar esta oración, como por la sencillez con la que fue transmitida. - ¡Bravo! - dejé escapar. Hacía mucho tiempo que las personas que me rodean no se expresaban con tal soltura, dejando entrever su interior; Haciendo que los demás se sintieran elogiados con este simple hecho. ¿Por qué a muchos nos cuesta tanto que broten de nuestro alma las palabras que realmente deseamos pronunciar?
Me alegró, y me pareció un mar en calma, en medio de aquel estrepitoso espectáculo que tuve la desdicha de contemplar. ¿Cómo es posible que la indiferencia se borrase a esa velocidad de mi rostro, tras varios años postergada en él? Me alegró. Me sorprendió que esta sensación me acompañase hasta hace unas horas, cuando por culpa del cansancio, o quizá tuvo algo que ver el alcohol, decidí que volviera a entumecer mi cara, apagando durante unos minutos el verdor de mi mirar...
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Hoy, me volví a sorprender. Hacía poco que me abordaba una oscura austeridad, otra vez, que nublaba mi capacidad de obrar acorde a mi corazón. Pero como en cada esquina de esta vida, uno puede tropezar (en el caso de hoy: descubrir), haciendo que se activen los actos reflejos que te permiten evitar una caída. Hoy te descubrí a ti.
Aquellas palabras quedaron impresas en mi esencia. Sorprendido quedé, de nuevo recibí una lección de sencillez, espontaneidad, sinceridad y pureza. - Bravo -, dejé escapar para mis adentros. Por qué retuve esta vez mi expresión de sorpresa dirás: Porque no hubiera sido recibida para quién debía ir dirigida. Hoy, leí un sinfín de oraciones. Las tuyas, sin duda sobrecogedoras.
Hoy, porque es hoy cuando me sorprendí, te doy las gracias porque sin saberlo mi alma ha dado un giro insospechado antes de dormir... Mis felicitaciones, por ser como eres. Y gracias al "JUEGO del AZAR", que me permitió llegar a ti, sin tú saberlo.
Buenas noches, a quién pueda interesar.